¿SABÍAS QUÉ…?
- Al
caminar usamos más de 200 músculos diferentes.
- Los músculos son más de 600, representando la
mitad del peso corporal.
- El músculo más largo es el sartorio, desde la
pelvis hasta debajo de la rodilla.
- El músculo más rápido es el que mueve los párpados, hasta 5 veces por
segundo es capaz de abrir y cerrar el ojo. Es lógico, para poder proteger
nuestros ojos.
- Los
músculos necesitan constantemente azúcar y oxígeno. Cuando les falta se genera
ácido láctico, responsable del cansancio y el dolor muscular. Y las agujetas!!
- Gracias a los músculos, podemos impulsar la
comida por el intestino, parpadear, sonreír, respirar y hacer que la sangre
circule por el cuerpo.
- Los músculos de un ala de mosquito pueden
batir más de 1000 veces por segundo.
¿POR QUÉ TRISCAN LAS ARTICULACIONES?
La respuesta que nos contaron en su día fue que en muchas articulaciones hay
un líquido, llamado sinovial, que cumple
diversas funciones: reducir la fricción entre las superficies articulares,
amortiguar el peso soportado por la articulación, nutrir al cartílago
articular... Ese líquido tiene diversos componentes, entre los cuales se
incluyen ciertos gases. Al presionar o estirar la articulación de forma brusca,
se produce una diferencia de presiones que provoca un movimiento repentino de
esos gases, lo cual genera el chasquido. Normalmente, si se hace una vez, luego
requiere un tiempo para volverse a repetir, puesto que los gases, al haber sido
movilizados, no van a volver a provocar el chasquido inmediatamente.
Es importante diferenciar este crujido de otros chasquidos de la
articulación que se repitan cada vez que se realice un movimiento, o se
acompañen de dolor, lo cual puede ser indicativo de un deterioro o patología de
la articulación, como puede ser una artrosis, artritis...
Parece que no está claro del todo si hacer crujir con frecuencia las
articulaciones puede provocar algún tipo de deterioro o sencillamente es
indiferente. No hay evidencias que asocien la práctica habitual de estos gestos
que hagan crujir las articulaciones con patologías como artritis u otras
enfermedades articulares. No obstante, es mejor actuar con cautela y no abusar
de esta práctica -ya que tampoco aporta beneficios- y, sobre todo, acudir
a un profesional en caso de que los crujidos sean constantes y se acompañen
de otro tipo de sensaciones, como roce, malestar,
dolor…
¿QUÉ ES EL HIPO?
Pues bien, el hipo es una irritación del diafragma, ese músculo que nos permite respirar. Se produce normalmente por comer demasiado o demasiado rápido, abuso de alcohol o ansiedad, esto causa que el nervio frénico (nervio del diafragma) se irrite y ocasione una pequeña alteración del comportamiento normal del diafragma. Tiene como consecuencia que éste se contraiga en un periodo muy corto de tiempo afectando a la laringe y causando ese extraño sonidito tan molesto. Suele producirse durante un periodo muy corto, de 2 a 5 minutos, aunque hay gente que le puede a llegar a durar durante una semana e incluso meses. En extraños casos puede llegar a resultar mortal.
Una pequeña cura:
- Inspirar y expirar en una bolsa. (Dicen que es la más efectiva puesto que respirarías tu propio CO2*)
- Estirarte en una puerta arqueando la espalda y estirando el abdomen.
¿POR QUÉ CERRAMOS LOS OJOS AL ESTORNUDAR?
De hecho no tenemos opción, ya que es un acto reflejo. El sistema nervioso, cuando “detecta” que vamos a estornudar, envía una señal a nuestros párpados, que se cierran automáticamente. De hecho, aunque intentásemos conscientemente mantenerlos abiertos, no sería muy recomendable, ya que si nuestro cuerpo actúa así, no es precisamente por capricho.
Cuando estornudamos hacemos pasar una corriente de aire a mucha velocidad desde los pulmones hasta la nariz, pasando por unos canales que pasan por las cavidades oculares.
Si este aire a alta velocidad (más de 100 Km/h) encontrara una vía de escape a través de los pequeños espacios que dejan los músculos oculares, saldría a muchísima presión forzando estos músculos (sin llegar, como dice el rumor, a hacer saltar los ojos de sus órbitas) y desplazando levemente los globos oculares hacia afuera.
Además, todos los microbios que expulsa el estornudo irían hacia los ojos, pudiendo producir infecciones oculares.
Así, el reflejo de cerrar los ojos hace que en ellos se forme una barrera efectiva que hace que todo el aire salga por la nariz.
Aunque esto parezca difícil de creer, se puede ver en algunos programas televisivos casos de gente capaz de expulsar aire a presión a través de los lagrimales o incluso de empujar levemente los ojos hacia fuera.
Cuando estornudamos, el aire que expulsamos sale a una velocidad de 100 Km/h